La vertebroplastia es un procedimiento mínimamente invasivo que se utiliza para tratar las fracturas vertebrales por compresión de la columna. Si estas no se atienden, pueden generar una joroba (cifosis). Al restaurar la altura de la vértebra con un globo e inyectando cemento en el hueso fracturado, los pacientes se recuperan más rápido y se reduce el riesgo de futuras fracturas.
¿Qué es?
La vertebroplastia consiste en inyectar cemento óseo en el cuerpo vertebral con el fin de aliviar el dolor y/o estabilizar una vértebra fracturada. Un radiólogo intervencionista lleva a cabo el procedimiento.
Las primeras vertebroplastias se realizaron en Francia en 1984 para el tratamiento de fracturas por compresión provocadas por tumores óseos. Luego, la cirugía se utilizó para tratar las fracturas provocadas por osteoporosis. Desde 1997, la vertebroplastia percutánea se ha convertido en un procedimiento ampliamente utilizado.
La vertebroplastia estabiliza las vértebras fracturadas o colapsadas para reducir o detener el dolor causado por el roce del hueso contra el periostio —la capa delgada de tejido conectivo que cubre la superficie externa del hueso—. La presión dolorosa sobre las articulaciones vertebrales causada por una vértebra colapsada también se reduce considerablemente. Cabe destacar que la mayoría de los pacientes experimentan un alivio inmediato del dolor después del procedimiento.
¿Cuándo es necesaria?
La vertebroplastia puede ser una opción de tratamiento si existen fracturas vertebrales por compresión derivadas de los siguientes padecimientos:
- Osteoporosis (agotamiento del calcio en los huesos).
- Tumor metastásico (cáncer diseminado desde otra área).
- Mieloma múltiple (cáncer de la médula ósea).
- Hemangioma vertebral (tumor vascular benigno).
Las fracturas vertebrales son las fracturas osteoporóticas más comunes, pero aproximadamente dos tercios no se diagnostican ni se tratan.
También es importante mencionar que no se puede llevar a cabo si se presenta cualquiera de estas condiciones:
- El paciente tiene más riesgo de sangrado de lo normal (debido a una condición médica o ciertos medicamentos).
- Hay infección en la sangre o en el sitio del procedimiento.
- El paciente ya presenta uso disminuido de las extremidades, el intestino o la vejiga.
- Problemas cardíacos, respiratorios u otros significan que la anestesia general no es segura.
- La fractura no causa síntomas o mejora con analgésicos.
¿Cómo se realiza?
Antes del procedimiento
El médico pedirá al paciente no ingerir alimento hasta 6 horas antes, y a partir de las 2 horas antes no será posible beber agua.
Durante el procedimiento
El especialista administra sedantes para ayudar al paciente a relajarse y mantener la calma durante el procedimiento, o anestesia general para el dolor intenso.
Este utiliza rayos X continuos para guiar la aguja hacia la vértebra fracturada.
Si la vértebra tiene una forma de cuña significativa, el médico inserta globos inflables en la vértebra a través de agujas —a esta técnica se le conoce ccomo cifoplastia—. Para insertar los globos, primero usa un taladro para crear un canal de trabajo. El radiólogo los infla cuidadosamente, levantando la vértebra a su altura normal.
Luego, inyecta lentamente el cemento en la vértebra. Dependiendo de cómo ingrese, podría aplicar una segunda inyección para llenarla por completo.
Finalmente, las agujas se retiran rápidamente antes de que se endurezca el cemento. La pequeña incisión en la piel se cierra con pegamento para la piel o tiras estériles.
Riesgos
Generalmente, una vertebroplastia se tolera bien; las complicaciones suelen ser menores y ocurren solo del 1 al 3 por ciento de los pacientes. Estos son algunos de los riesgos que implica la cirugía:
- Hemorragia.
- Fracturas de costillas u otros huesos cercanos.
- Fiebre.
- Irritación de la raíz nerviosa.
- Infección.
- Cemento que fluye fuera del hueso antes de que se endurezca.
- La vertebroplastia puede empeorar el dolor durante unas horas mientras el cemento cura, pero eso rara vez sucede, y no dura mucho.
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Resultados
Cuanto antes se repare una fractura, mejores serán los resultados. La vertebroplastia alivia el dolor en el 75-90 por ciento de los pacientes; sin embargo, no corrige la deformidad en cuña, que puede provocar fracturas repetidas.
Estudios recientes han demostrado que los niveles de dolor en los pacientes se redujeron de un promedio de 8.6 antes de la cirugía —en una escala de 10 puntos— a 2.1 tres meses después de esta. Además, de 51 pacientes que no podían moverse por sí mismos o necesitaban ayuda para moverse, solo 8 no podían hacerlo sin ayuda después de tres meses. Esta reducción del dolor y una mayor capacidad de movimiento significaron una recuperación de la calidad de vida de los pacientes.
Recuperación
Después de una vertebroplastia, es posible que haya dolor en el lugar donde se introdujo la aguja en la espalda. Este debería desaparecer en unos pocos días.
Es probable que el paciente sea dado de alta el mismo día. Los medicamentos para aliviar el dolor pueden ayudar durante el siguiente par de días.
La mayoría de las personas pueden regresar a sus actividades diarias unas pocas semanas después del procedimiento.
Las siguientes son recomendaciones para agilizar el proceso de recuperación:
- Es necesario tomárselo con calma durante las primeras 24 horas. El descanso y el sueño son indispensables.
- La dieta puede ser normal. Si surge algún malestar estomacal, es mejor optar entonces por alimentos suaves y bajos en grasa como arroz, pollo asado, tostadas y yogur.
- Resulta imperativo seguir al pie de la letra las indicaciones del médico en cuanto a qué medicamentos tomar, así como las dosis.
- El paciente tendrá un vendaje sobre el corte (incisión). Un apósito ayuda a sanar la incisión y la protege.
- Si hay dolor en donde se insertó la aguja, colocar una compresa fría en la espalda durante 10 a 20 minutos a la vez puede ayudar. Se recomienda hacerlo cada una a dos horas durante los próximos tres días o hasta que baje la hinchazón. El área puede estar adolorida hasta 2 semanas después del procedimiento.
Imagen del encabezado: OHSU Spine Center
Referencias: NHS
Government of Alberta
Johns Hopkins Medicine
Medtronic
Mayfield Brain & Spine