Como sabes, el sistema nervioso está conformado por el cerebro y la médula espinal. El primero es el centro de control del cuerpo, mientras que la segunda es la “carretera” que lo conecta con el resto de tu cuerpo. Ambos contienen miles de millones de neuronas que transmiten mensajes y señales eléctricas a través de impulsos a diferentes partes del organismo. Si bien se trata de algo complejo que no cualquiera puede entender por completo, sí que hay algunos datos muy digeribles que muestran lo fascinante de esta parte de tu cuerpo. A continuación, ocho datos curiosos sobre el sistema nervioso.
Cada persona contiene dentro de sí miles de millones de células nerviosa. Cerca 100 mil millones se encuentran en el cerebro, y otros 13.5 mil millones en la médula espinal. Las neuronas reciben y mandan señales eléctricas y químicas —energía electroquímica— a otras, permitiendo que puedas pensar y realizar otros procesos biológicos.
Mientras duermes, tu cerebro entra en algo así como una fase de mantenimiento. Durante el día, este órgano y el cuerpo en general acumulan toxinas, las cuales se “limpian” al dormir. De igual manera, las neuronas siguen ocupadas comunicándose, liberando hormonas y proteínas, reparando otras células, recargándose y preparando el cuerpo para cuando despiertes.
La realidad es que lo usas por completo, incluso cuando duermes; los neurólogos confirmaron desde hace tiempo que el cerebro continúa activo durante el sueño.
Enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) causan que las neuronas mueran, impactando el control sobre los músculos. Otra enfermedad que afecta el cerebro y la columna es la esclerosis múltiple; en ella, el sistema inmunológico ataca la capa protectora que cubre las fibras nerviosas, generando problemas de comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
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Si bien las neuronas no se dividen como las células normales, hay áreas del cerebro donde se producen neuronas cuando eres adulto. Por mucho tiempo, los científicos creyeron lo contrario; sin embargo, investigaciones subsecuentes demostraron que la cantidad de neuronas producidas por un adulto joven es la misma que la de alguien mayor. Por supuesto, al envejecer, el flujo de sangre hacia el cerebro disminuye, por lo que las neuronas ya no se pueden nutrir como anteriormente lo hacían para crear nuevas células. Es por eso que, cuando seas viejo, no tendrás la misma cantidad de neuronas.
Esto significa que este órgano necesita siempre de un buen descanso. Dormir ocho horas, por ejemplo, ayuda a mantener los caminos dentro del cerebro, que permiten aprender y crear nuevos recuerdos; por ello, sin descanso, es más difícil concentrarse y responder con rapidez. Aunado a ello, la falta de sueño contribuye a la creación de una proteína en el cerebro relacionada con el alzhéimer.
En tu cuerpo se encuentra el sistema nervioso central y el periférico, pero también el voluntario y el involuntario. El primero —también conocido como somático— controla las cosas de las que estás consciente, como mover cualquier parte del cuerpo. El segundo —también conocido como autónomo— controla los procesos de los que no estás consciente, como regular el ritmo cardíaco, el metabolismo y otros vitales para sobrevivir.
Por ejemplo, el hipocampo en las mujeres es más grande, lo que respondería por qué ellas pueden recordar ciertas cosas de forma más vívida que los hombres. Por otro lado, la amígdala es más grande en los hombres. En las neuronas también hay ciertas diferencias: las mujeres poseen un volumen de neutrófilos más significativo que los hombres.
Fuentes: Healthline
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Northwestern Medicine
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