Al tener la intención de comprar la mejor silla ergonómica, la comodidad es probablemente el aspecto más importante que tenemos en mente. Es vital saber que no toda silla denominada como “ergonómica” cuenta con todas las características necesarias para realmente serlo.
En momentos en los que muchos de nosotros seguimos trabajando desde casa, y seguiremos por tiempo indefinido, disponer de una silla ergonómica que verdaderamente se ajuste a nuestras necesidades resulta esencial.
Mucha gente ha subestimado este aspecto optando por el modelo más barato disponible. No se trata de un problema de desperdiciar dinero (aunque también debe tomarse en cuenta), sino de tomar una buena decisión para cuidar la salud de nuestra columna y no disminuir la productividad.
A continuación, las distintas cosas que hay que considerar al adquirir una silla ergonómica nueva:
Para una flexibilidad óptima, el rango de la altura del asiento debe incluir unas un poco más bajas y altas que la ideal. Para una idea de cuál es esta última en relación con la altura de una persona, 38 a 55 cm funcionan para aquellos que miden entre 1.52 y 1.92 m. Hay que tener en cuenta que pocas sillas ofrecen este rango. De cualquier manera, muchas pueden ser pedidas con ajustes personales.
La altura del asiento debe poder ajustarse neumáticamente al estar sentado. Lo más recomendable es ajustarlo de tal manera que las rodillas quedan un poco por debajo de la cadera, para que así los muslos estén casi paralelos al piso y los pies puedan descansar por completo en el piso.
El soporte lumbar en una silla ergonómica es sumamente importante. La columna lumbar tiene una curva hacia adentro, por lo que sentarse por largos periodos sin un soporte para ello tiende a encorvar a la persona y tensionar las estructuras en la parte baja de la columna. La silla ideal debe brindar la posibilidad de ajustar este aspecto (tanto en altura como en profundidad) para obtener el soporte necesario.
El respaldo debe ser de 30 a 48 cm de ancho. Si está separado del asiento, este debe ser ajustable en cuanto a altura y ángulo. También tiene que soportar la curva natural de la columna con especial atención en la zona lumbar. Si se trata de una sola pieza, el respaldo debe ser ajustable en ángulos delanteros y traseros y contar con un mecanismo de seguro para escoger el ángulo apropiado.
Como mínimo, el reposabrazos debe tener altura ajustable. Su punto más bajo debe estar por debajo de la altura de los muslos para que no interfiera con el movimiento de los codos cuando no se necesita. La altura ajustable ideal debe ser de 17 a 27 cm por arriba de la altura del asiento comprimido. De igual manera, los reposabrazos que puedan hacerse para atrás permiten un mejor movimiento cuando no se necesitan. Idealmente, los reposabrazos deben estar hacia adelante y poder ajustarse del ancho para una mayor personalización. Un brazo giratorio es una característica que permite una mejor posición de los brazos al escribir.
Es importante que los brazos no estén recargados sobre ellos al escribir.
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Los materiales juegan un papel muy importante en una silla ergonómica. Más que algo estético, estos resultan esenciales para proveer una experiencia confortable.
Debido a que estaremos sentados en ellas por mucho tiempo, lo mejor es encontrar una de tapicería transpirable. Su principal función es incrementar el flujo de aire dentro del asiento y evitar que se caliente demasiado. Esto es particularmente importante durante el verano o en países donde hace calor todo el año; permanecer sudado no es lo más cómodo del mundo.
La tapicería de malla es usualmente suave y pica menos que otros materiales, por lo que representa una de las mejores opciones.
El asiento debe tener el suficiente ancho y profundidad para sentirnos cómodos. Un ancho de 43 a 50 cm generalmente es lo idóneo. La profundidad (desde el frente hasta el fondo del asiento) debe ser suficiente para que podamos recargarnos en el respaldo dejando un espacio de aproximadamente 5 a 10 cm entre la parte trasera de las rodillas y el asiento. La inclinación del asiento hacia adelante o hacia atrás debe ser ajustable.
La base debe tener al menos cinco ruedas. Con cuatro, esta suele volcarse cuando la silla se reclina. Una de calidad podrá deslizarse sobre distintas superficies, incluso en alfombras. Otras vienen con deslizadores, pies planos que no giran.
Un reposacabezas con altura ajustable previene problemas en el cuello y hombros al reducir el peso que el primero debe soportar. Si hay problemas de cuello de por medio, lo ideal es considerar que la silla tenga uno.
El nombre viene de su borde redondeado. Quizá este tipo de diseño no sea el más estético, pero los estudios demuestran que es el mejor para ayudar a mantener una buena postura.
Esto es posible debido a que su ligera pendiente ayuda a descargar presión e incrementar el soporte detrás de las rodillas y muslos, lo que a su vez mejora el flujo de sangre hacia las extremidades inferiores. Este diseño también provee una distribución del peso más uniforme a través del asiento, ofreciendo una experiencia más confortable.
Encontrar la comodidad depende de la silla que estemos usando. Las características a considerar enlistadas en este artículo conforman una silla ergonómica que contribuirá a cuidar nuestra postura y mantenernos sanos mientras trabajamos en casa. La mejor decisión será resultado de una buena investigación.
Referencias: Concept Seating
Spine-health
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