El dolor de cuello suele ser un problema bastante cotidiano en el día a día de cualquier persona sometida a los estreses de la vida actual. A veces, sin saberlo, los mismos pacientes pueden estar fomentando este dolor por la forma en que realizan sus actividades rutinarias.
La solución no siempre requiere de un procedimiento quirúrgico; en ocasiones, cambiar la forma en que se realizan ciertas actividades puede desde ayudar a aminorar el dolor de cuello o hasta desaparecerlo por completo.
Una recomendación de salud bastante útil es mantener la cabeza en equilibrio directamente sobre la columna, de modo que no se incline hacia adelante ni se ladee hacia un lado. Esto es porque la función principal del cuello humano es sostener la cabeza, que es una de las partes del cuerpo que más pesan —alrededor de 4 a 5 kilogramos—.
A continuación, ofrecemos algunos consejos para prevenir el dolor de cuello durante la realización de actividades ordinarias.
Algunas personas prefieren almohadas más pequeñas o planas mientras duermen bocarriba, o una almohada más grande cuando lo hacen de lado, con el fin de estabilizar la cabeza entre los hombros.
Se recomienda mantener la columna vertebral en una alineación natural a la hora de dormir; por ello, es importante revisar si la que se usa está cumpliendo esta función. Si no es el caso, vale la pena probar con otra diferente.
Dormir bocarriba se considera, comúnmente, la mejor manera de mantener la columna vertebral en su alineación más natural. Por el contrario, dormir bocabajo ejerce mayor presión sobre la columna cervical.
Si resulta difícil conciliar el sueño con una postura bocarriba, se recomienda intentar una posición reclinada, quizá valiéndose de una cama ajustable o durmiendo de costado para mantener la columna alineada.
Al mirar al frente, la vista debe estar directamente en el tercio superior de la pantalla de la computadora. Cuando se tiene que inclinar la cabeza demasiado hacia arriba o hacia abajo para lograr esto, es importante ajustar la altura del monitor.
Las personas que usan computadoras portátiles generalmente se encorvan o miran hacia abajo. Entonces, se recomienda intentar conectar la computadora portátil a un monitor separado más elevado, o posicionar la laptop a cierta altura.
Parece algo inofensivo, pero mirar el teléfono móvil al enviar mensajes de texto o realizar otras tareas ejerce una tensión adicional en el cuello de las personas, que con el tiempo puede ocasionar el llamado “cuello de texto”.
Se recomienda limitar el uso del teléfono móvil tomando descansos frecuentes. Y al momento de usarlo, mantenerlo lo más cerca del nivel de los ojos para reducir la tensión en el cuello.
El cuello suele generar molestias cuando las personas inclinan mucho la cabeza hacia un lado con regularidad. Una alternativa es usar auriculares o manos libres para ayudar a mantener una mejor postura del cuello.
El ejercicio aeróbico es especialmente bueno para el cuello, para lo cual se recomienda mantener un entrenamiento cardiovascular de 30 minutos, cinco veces a la semana.
Una persona puede mantener su cuello fuerte y flexible haciendo series cortas de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento a lo largo del día.
Uno de los mejores ejercicios para estos casos es la flexión de la barbilla, que ayuda a fortalecer y estirar los músculos del cuello y la parte superior de la espalda, lo que permite adoptar una mejor postura.
Lee también: Señales de que podrías tener un problema en la columna
Debido a que la columna es responsable de cargar todo el peso del cuerpo, mantenerlo saludable ayudará a cuidar la columna y a evitar someterla a un estrés extraordinario.
Otro consejo que puede parecer un tanto obvio es, simplemente, dejar de fumar, pues este hábito afecta los huesos y los músculos de la columna cervical.
Es importante proteger el cuello mientras se practica algún deporte, especialmente los que pueden provocar fácilmente lesiones en el cuello —como el futbol americano—.
Una mala postura —como cuando una persona pasa mucho tiempo encorvada frente al monitor— puede derivar, muy rápidamente, en dolor de cuello.
Es importante observarse a sí mismo —cómo nos paramos o nos sentamos— todos los días; este simple cambio de hábito podría hacer la diferencia.
Referencias: Harvard Health Publishing
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