Los avances y todas las investigaciones dentro de la industria médica suelen tener un objetivo en común: la seguridad del paciente. Toda instalación médica invierte mucho dinero cada año en tomar todas las precauciones necesarias para asistir a las personas durante y después de un procedimiento quirúrgico. El neuromonitoreo intraoperatorio es una de estas herramientas, la cual ayuda a evitar errores que puedan desembocar en parálisis o déficit neurológico durante una cirugía de esta naturaleza. Esto, al final, se traduce en un mejor resultado quirúrgico.

El encargado del monitoreo provee retroalimentación del estado del sistema nervioso del paciente al anestesiólogo y al neurocirujano. Cuando un cambio neurológico ocurre, el equipo es notificado al instante para que pueda hacer algo al respecto.


¿Cuál es su propósito?

Su objetivo principal es proteger el sistema nervioso. La información en tiempo real que proporciona puede prevenir una lesión neurológica —daño en el cerebro, la médula espinal o los nervios—. Cuando una tiene lugar, los datos que se tienen al alcance de forma inmediata permiten al neurocirujano, al anestesiólogo y a las enfermeras responder rápidamente. Esto permite minimizar el daño postoperatorio a largo plazo. Aunado a ello, el neuromonitoreo intraoperatorio aporta una capa de seguridad extra para todos los involucrados.


Historia

El IONM (por sus siglas en inglés) se emplea actualmente en cualquier cantidad de procedimientos quirúrgicos en todo el mundo. La primera vez que se usó fue en 1930, cuando la estimulación directa del cerebro de utilizó para identificar la corteza motora de pacientes con epilepsia sometidos a una cirugía intracraneal. Más adelante, la introducción de pruebas de monitoreo y la invención de máquinas especializadas en los 80 permitió la popularización de la técnica.

En los 90 llegaron los potenciales evocados motores (PEM por sus siglas en inglés), los cuales fueron usados como un método para monitorear la actividad de la médula espinal y predecir problemas motores postoperatorios. Aunado a ello, avances tecnológicos en los últimos 20 años han permitido que las técnicas de monitoreo sigan evolucionando.

La disponibilidad universal de redes computacionales y sistemas de comunicación permite ahora que el neuromonitoreo intraoperatorio se pueda realizar desde sitios remotos, lo que ha extendido todavía más su uso.

Lee también: Neuronavegación – Concepto y aplicaciones


¿Cómo funciona?

Típicamente, este monitoreo se lleva a cabo creando y midiendo impulsos eléctricos y determinando su efecto en el sistema nervioso. Para recolectar esta información, electrodos se fijan en la cintura, tobillos, el cuero cabelludo y en músculos específicos, dependiendo del tipo de cirugía. Estos registran la respuesta del sistema nervioso a los estímulos eléctricos e indican su funcionamiento. Si hay cambios significativos, el encargado de supervisarlo alerta al neurocirujano para, si es necesario, iniciar la intervención pertinente.

Foto: Definitive Neurodiagnostics

El día de la operación, el encargado del monitoreo tiene una cita previa con el paciente. Se le pregunta sobre su historial médico y se le hace un breve examen de sus funciones neurológicas —medición de reflejos, sensaciones y fuerza motora—. Se discuten también los detalles del monitoreo y del procedimiento quirúrgico. Una vez que el paciente está sedado, se completa la preparación e inicia el proceso de neuromonitoreo. Cabe resaltar que sus riesgos son mínimos.

El neuromonitoreo se puede usar en intervenciones como las siguientes:


Beneficios

  • Reducción del riesgo de daño nervioso permanente.
  • Detección de cambios en el estado funcional del tejido nervioso.
  • Mejoras significativas en la seguridad del paciente.
  • Reducción en frecuencia y severidad de lesiones en estructuras vitales.
  • Los médicos se aseguran de que las terminaciones nerviosas y las arterías no están siendo sometidas a situaciones de estrés.
  • Lo lleva a cabo personal calificado, el cual ha pasado por un entrenamiento extensivo para asistir al neurocirujano durante momentos críticos.
  • Ayuda a evitar el riesgo de parálisis.

Foto del encabezado: Top Neuro Docs
Referencias: Sensory Testing Systems
Medsurant Health
SpecialtyCare

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Etiquetas: técnicas

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