Existen varios tipos de terapias para aliviar el dolor en la zona lumbar. El frío y el calor son algunos de los métodos más utilizados, pero a menudo se pasan por alto a pesar de su facilidad y accesibilidad. Es importante saber que la idoneidad y los beneficios de aplicar frío o calor para el dolor de espalda varían, y que cada situación es única. Primero, es necesario comprender el tipo de dolor lumbar en cuestión y su causa. Esto permitirá determinar si se debe utilizar frío o calor y cuándo para obtener el mayor beneficio y reducir el dolor.
Si se sufre de dolor lumbar crónico, la decisión entre cuándo usar calor y cuándo usar frío no es tan sencilla. Para la mayoría de las personas, obtener un alivio eficaz requiere encontrar un equilibrio entre el uso de calor y frío. Si el paciente realiza ejercicios para fortalecer la espalda, es posible que la aplicación de calor primero le ayude a calentar los músculos y realizar el entrenamiento con facilidad. El frío actúa para aliviar la inflamación y el dolor después de un entrenamiento. De cualquier manera, el dolor lumbar crónico debe ser evaluado por un profesional médico.
Usar frio o calor para el dolor de espalda puede ser extremadamente beneficioso cuando se hace correctamente. Estas técnicas tienen más impacto cuando se convierten en parte de una rutina diaria. Varias formas en las que se puede incorporar el uso de estas terapias en la vida cotidiana son tomando un baño caliente; recostándose sobre una almohadilla térmica por la noche antes de acostarse; aplicando una compresa fría antes de comenzar el día; usando aerosoles refrigerantes, o llevando consigo compresas al trabajo.
Lee también: Entrevista – Ejercicios para controlar el dolor de espalda
Estos son algunos métodos para aplicar calor en la zona lumbar:
El hielo y las compresas frías pueden aliviar el dolor, la hinchazón y la inflamación causados por lesiones y otras afecciones. Estos son ejemplos de cómo aplicarla:
En lo que respecta al dolor de espalda agudo, o al que se experimenta debido a una lesión directa, lo mejor es comenzar con frío. Una lesión aguda es aquella que dura menos de 4 semanas. Al usar hielo primero, se está bajando la temperatura del cuerpo, lo que reduce la inflamación y la hinchazón, contrayendo los vasos sanguíneos y ayudando a adormecer el área.
Cuando se trata el dolor de espalda crónico —que dura más de 4 semanas—, es conveniente utilizar terapia de calor que proporcione una temperatura alta y constante en el área lesionada.
Cabe señalar que la investigación científica sobre frío versus calor para tratar el dolor de espalda y los músculos no ha sido concluyente. En un estudio que analizó el dolor muscular —no específico del de espalda— después de un ejercicio extenuante, el frío ayudó más a aliviarlo inmediatamente después de la actividad y hasta por 48 horas. Entonces, el frío puede ayudar si la persona se excedió haciendo ejercicio o se torció la espalda, especialmente si fue después de practicar alguna actividad física.
Referencias: Gelpacks Direct
Kaiser Permnanente
Orthopedic One
Disc Institute for Spine Care
Denver Physical Medicine & Rehab
La mayoría de las personas inmediatamente relacionan la neurocirugía con intervenciones en el cerebro, pero…
Una inyección de bloqueo nervioso no solo se emplea como una prueba de diagnóstico, sino…
Cuando se trata de cualquier tipo de dolor, puede parecer natural descansar y esperar a…
Las malformaciones de Chiari suelen estar presentes al nacer, pero pueden desarrollarse más tarde, en…
El ejercicio resulta crucial para mantener el cuerpo sano. Los oficinistas, por ejemplo, llegan a…
La foraminotomía es una cirugía que quita presión de un nervio que sale de la…
Esta web usa cookies.