Después de una cirugía de mínima invasión, debes asegurarte de que estás haciendo todo lo posible para regresar a tu vida normal. Una manera de hacerlo, por supuesto, es siguiendo todas las indicaciones del médico, las cuales pueden incluir sesiones de fisioterapia —a cargo de profesionales—. Adentrarse en ella inmediatamente después puede sonar abrumador, pero debes saber que te brindará bastantes beneficios.
Mucha gente piensa que la fisioterapia después de una cirugía de mínima invasión no es necesaria, ya que el procedimiento no es tan extensivo. Sin embargo, es muy importante cerciorarse de que los músculos y la columna están trabajando correctamente. De esta manera, podrás enfocarte por completo en la recuperación total.
Después de una cirugía, podrás sentirte bastante mejor debido a la ausencia de dolor; sin embargo, la debilidad podría estar presente, sin mencionar que el dolor puede regresar. Sin un fisioterapeuta para que vigile tu desarrollo, tu condición podría volver a empeorar. Estudios muestran que la debilidad localizada alrededor del disco que fue intervenido puede seguir ahí, incluso en aquellos con buena condición física. Por tal razón, los ejercicios diseñados para darle soporte a la columna te ayudarán a volver a tener el control y a tener más fuerza. También volverás a aprender a tener una buena postura, la mecánica del cuerpo y a cómo proteger tu columna durante la terapia.
Cada paciente se recupera por una ruta distinta; de cualquier manera, tener una fisioterapeuta a tu lado te permitirá volver a tu rutina diaria y a obtener los mejores resultados.
El proceso de recuperación comienza tan solo unos días después de la cirugía; el neurocirujano te recomendará una clínica de fisioterapia, donde trabajarás la fuerza en la parte baja de tu cuerpo y en los músculos del torso. Esto reforzará todo lo hecho durante la intervención quirúrgica. Estos ejercicios incluyen flexiones de las piernas y la cadera, extensiones de las piernas, otro más para las pantorrillas, etc.
Este tipo de fisioterapia, llamada estabilización segmentaria de la columna, se enfoca en lidiar con la debilidad localizada en los músculos más profundos del tronco, los cuales pueden proteger segmentos individuales de la columna. Típicamente, un procedimiento de mínima invasión preserva la mayoría de tus músculos para que puedas recuperar tus funciones completas. Muchos fisioterapeutas usan esta técnica como parte de sus programas, sobre todo cuando hay una enfermedad de los discos intervertebrales de por medio —hernia de disco o enfermedad degenerativa—.
Los dos grupos de músculos que se activan primero para estabilizar la columna son los multífidos y el transverso. Se ha comprobado que existen un retraso en la contracción de estos en pacientes que sufren de lumbalgia, así como atrofia en los multífidos con una hernia de disco. La función de estos músculos debe volverse a entrenar de forma específica, ya que no se da automáticamente cuando se resuelve la enfermedad del disco. Es importante que recuerdes que la falta de soporte muscular en la columna aumenta la frecuencia de enfermedades degenerativas en la población.
El entrenamiento de los multífidos y el transverso del abdomen requieren de mucho compromiso de tu parte. La electromiografía de superficie es particularmente útil. El músculo transverso se vuelve a activar contrayendo el abdomen, lo que crea presión en la parte posterior de la columna lumbar. Puedes hacer el mismo movimiento que harías al tratar de abrocharte un pantalón con botones muy pequeños.
También puedes aprender a hacer el movimiento acostado bocarriba, lo que crea presión hacia abajo en la columna lumbar. Un lector de presión es de ayuda para que puedas mantener la misma al hacer movimientos con los brazos y las piernas. Esto entrenará tus músculos a mantener estabilidad de la columna durante estos ejercicios.
Hacerlo bocabajo también es parte de la rutina. Agregar movimientos de las extremidades subirá el nivel de exigencia.
El objetivo de este entrenamiento es proveer la práctica y repeticiones suficientes para que las funciones de los músculos vuelvan a ser automáticas.
Lee también: Cómo prepararse para una cirugía de hernia de disco
La microdiscectomía es una cirugía de mínima invasión. Esta se realiza para quitar el material de un disco que está presionando la columna o las raíces nerviosas. Este procedimiento involucra la remoción de la porción herniada del disco.
La terapia física comienza alrededor de dos semanas después de que la incisión sana. Durante este periodo, el dolor postoperatorio comienza a ceder y los analgésicos narcóticos ya no son necesarios. También es recomendable que camines un poco y que evites el reposo total.
Este tipo de terapia tiene como objetivo fortalecer los músculos alrededor de los discos e incrementar la flexibilidad. Esto se logra con ejercicios repetitivos enfocados en los músculos de la espalda baja y que van subiendo de intensidad. La flexibilidad se logra con estiramientos localizados.
El fisioterapeuta trabajará contigo para mejorar tu postura y el andar. El mantenimiento de una buena postura es importante para prevenir el exceso de estrés en los ligamentos y para prevenir el desacondicionamiento de los músculos. Los músculos de la espalda baja se activan cuando los ejercicios se realizan bocabajo; los abdominales lo hacen estando bocaarriba.
Estando bocabajo, deberás subir tu pierna y mantener la pierna en el aire por unos dos minutos; el ejercicio se repite con la otra pierna. Después deberás hacerlo bocarriba.
Es importante que recuerdes que el soporte que brindan los músculos ayuda a impedir el prolapso de los discos.
Llevar las rodillas hacia el pecho es un ejercicio que ayuda a mejorar la flexión en la columna. Estando bocarriba, deberás doblar la pierna tratando de acercar tu rodilla al pecho con ayuda de tus manos. Debes repetirlo con la otra rodilla.
Para el fortalecimiento de los músculos principales, deberás estar bocarriba y tratar de sumir el abdomen y mantenerlo en esa posición por unos minutos. Este ejercicio también ayuda a reducir el dolor postoperatorio.
Al final, dependiendo de tu desempeño, el fisioterapeuta determinará cuándo será posible que regreses a trabajar, de ahí la importancia de llevar de la mejor manera la fisioterapia después de una cirugía de mínima invasión.
Con una evolución adecuada podrás regresar a tus actividades y reducir las complicaciones postoperatorias. Por eso, las sesiones son parte esencial de la recuperación después de una cirugía de mínima invasión.
Referencias: Spine Solutions
SPINE-health
The Spine Pro
Mackinaw Surgery Center
Complete Orthopedics
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