Con el dolor de espalda siendo un problema importante de salud entre la población, la faja lumbar es vista como una opción para tratar de aliviarlo.
Experimentar esta afección —más común entre los 25 y 45 años— no solo implica hacer un gasto para tratarlo, sino también una posible pérdida de dinero al quedar imposibilitado para trabajar. Por ello, la faja lumbar se ha vuelto relativamente popular entre quienes la padecen. Pero ¿realmente ayuda en algo? Veamos.
¿Qué es y para qué sirve una faja lumbar?
Se trata de una especie de cinturón que se usa alrededor de la espalda baja para darle más soporte a la parte lumbar de la columna. Su objetivo es reducir el estrés en esta área, ayudarla a que sea más fuerte e incrementar la presión abdominal. Es importante recordar que estamos hablando de un tratamiento temporal, por lo que usarla siempre no significa que se está atendiendo la causa raíz del problema. Es importante ir a consulta con el médico antes de comenzar a utilizarla.
Ventajas
Aquí algunas de las ventajas que suelen mencionarse cuando se habla del uso de una faja lumbar:
Provee soporte
Quienes la usan aseguran que esta ofrece soporte extraordinario al acostarse, sentarse o pararse, sobre todo cuando hay largos periodos de dolor.
Limita el movimiento
Después de una lesión, el exceso de movimiento puede perjudicar la capacidad del cuerpo de sanar. Así como un collarín, la faja reduce la posibilidad de moverse, para que el cuerpo pueda recuperarse apropiadamente.
Reduce el dolor
Algunas fajas pueden calentarse y hasta masajear al paciente, lo cual puede ayudar a disminuir el dolor.
Aporta estabilización
Después de una cirugía de columna, la faja lumbar ofrece estabilización a la columna y ayuda a la curación en general.
Protege en ciertos trabajos
Las personas que se dedican a realizar actividades físicas demandantes pueden usarla para cuidar su columna cuando carguen o muevan cosas pesadas.
Mejora la postura
La faja está diseñada para sostener el cuerpo de una persona y guiar naturalmente su columna hacia la posición correcta.
Previene deformaciones
Si el paciente tiene una curvatura anormal debido a una condición como escoliosis o lordosis, la faja ayuda a prevenir un mayor daño. La condición, por supuesto, no se revierte, pero podría ya no seguir empeorando.
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Desventajas
Aquí algunas desventajas que suelen nombrar los pacientes y los médicos para desalentar su uso:
Es incómoda
Si bien los fabricantes mejoran sus productos día con día, es muy usual que el paciente la encuentre bastante incómoda durante los primeros días de uso.
Irrita la piel
Si la faja no está ajustada apropiadamente, puede crear demasiada fricción sobre la piel, dando como resultado una herida superficial.
Falsa sensación de seguridad
Hay una regla importante a seguir: no por traer una faja puesta significa que se pueda hacer algo extraordinario. El soporte adicional no brinda más fuerza.
Posibilidad de que aparezcan otros dolores
Algunos médicos suelen encontrarse con pacientes que reportan nuevos dolores en la espalda superior, las caderas, las piernas o las rodillas.
Debilidad muscular
Al usar una faja lumbar en exceso, los músculos se debilitarán con el tiempo. Al depender de ella, el cuerpo resentirá una disminución de la fuerza natural y estabilidad de la espalda baja. Esto ocasiona fatiga y malas posturas. Eventualmente, el riesgo de una lesión de columna incrementa.
No sustituye ningún tratamiento
Posponer un tratamiento adecuado por utilizar una faja puede empeorar condiciones como hernias de disco o degeneración de este mismo. Esto puede provocar que una cirugía sea inevitable.
No hay estudios que confirmen sus beneficios
Varios médicos no la recomiendan porque aseguran que las investigaciones no han podido demostrar que la faja lumbar sea efectiva al lidiar con dolor de espalda o para prevenir alguna lesión.
Referencias: Atlanta Spine Institute
SpineCare Decompression and Chiropractic Center
Dr. Stefano Sinicropi
Nova Chiropractic & Wellness Center