Espondilosis es un término amplio que se refiere a la degeneración —osteoartritis— que ocurre en la columna vertebral. Se trata más de una palabra para describir que un diagnóstico clínico como tal. En general, el concepto engloba el dolor que causa la degeneración de la columna, independientemente de las causas.
¿Qué es?
Como ya dijimos, la espondilosis se refiere a la degradación de la columna. Conforme la gente envejece, los huesos, los cartílagos y los ligamentos cambian. Espolones óseos —crecimiento anormal de los huesos—, sequedad y grietas en los discos intervertebrales, desgaste en los cartílagos y engrosamiento de los ligamentos son problemas recurrentes que aparecen con la edad.
Generalmente, esta condición no suele ser seria. Muchos pacientes que la experimentan no sienten dolor, y la mayoría no necesita cirugía. Sin embargo, la condición puede empeorar con el paso de los años, y afecta cualquier región de la columna.
Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, más del 85 por ciento de las personas mayores de 60 años tiene espondilosis cervical.
Síntomas
- Rigidez, particularmente después de periodos de inactividad o descanso, como al levantarse o después de una fiesta.
- Parestesia: trastorno de sensibilidad que se manifiesta con sensaciones como hormigueo. Se da en brazos, manos, piernas, pies, etc.
- Rango de movimiento limitado en las articulaciones afectadas.
- Dolor, que puede ser resultado de una hernia de disco. Los nervios pinzados en el cuello pueden causar dolor que irradia hacia los hombros, los brazos y las manos. Si la espalda baja es la afectada, el paciente puede experimentar dolor en los glúteos y ciática.
Causas y factores de riesgo
Estos son algunos de los factores de riesgo que puedan causar espondilosis:
- Edad.
- Obesidad.
- Estilo de vida sedentario sin poco o nada de ejercicio.
- Diabetes, gota, enfermedad de Lyme o síndrome del intestino irritable.
- Con el paso del tiempo, los discos intervertebrales de una persona se vuelven más secos, más delgados y más duros, perdiendo parte de su capacidad de amortiguamiento. Por esta razón, es más probable que alguien de avanzada edad sufra una fractura por comprensión en una vértebra.
- Las articulaciones facetarias entre las vértebras también funcionan peor con la edad debido al desgaste de las superficies cartilaginosas. A medida que el cartílago se erosiona, los huesos comienzan a rozarse entre sí, provocando fricción. Esto puede hacer que se formen espolones óseos.
- La pérdida de tejidos gomosos y el desarrollo de espolones hacen que la columna se vuelva más rígida. El movimiento de la espalda también se vuelve menos suave y aumenta la fricción.
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Diagnóstico
Como dijimos, la espondilosis no se diagnostica como tal. Sin embargo, para diagnosticar osteoartritis en la columna, el médico necesitará llevar a cabo un examen físico y uno neurológico; tendrá que ver de cerca el rango de movimiento del paciente al doblarse hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados. La forma de la columna también será un factor; el especialista buscará anormalidades en la curvatura, zonas demasiado sensibles, bultos o áreas inflamadas.
El nivel de dolor también es evaluado, incluyendo otros síntomas como debilidad o parestesia.
Por supuesto, una resonancia magnética y una tomografía computarizada proveen imágenes detalladas de la médula espinal y de la columna para poder identificar nervios comprimidos y anormalidades óseas.
Tratamiento
Existen tratamientos no quirúrgicos y quirúrgicos para tratar la espondilosis.
No quirúrgicos
- Medicamentos: analgésicos, desinflamatorios y relajantes musculares. Opciones más agresivas incluyen opioides.
- Inyecciones (esteroides): son un poco invasivas, por lo que solo pueden administrarse cada determinado tiempo.
- Ablación por radiofrecuencia de los nervios que inervan las articulaciones artríticas de la columna —por lo general, las facetarias— puede aliviar el dolor por unos meses, pues se impide que los nervios transmitan señales de dolor al cerebro.
- Ejercicio, estiramientos, dieta y terapia física son otras opciones.
Quirúrgicas
Una foraminotomía, una discectomía o una facetoctomía son cirugías de descomprensión para remover espolones óseos, discos herniados o parte de una vértebra respectivamente.
La fusión espinal se usa para estabilizar segmentos vertebrales con injertos y tornillos.
El reemplazo de un disco también puede ser una opción en algunos pacientes, sobre todo si se quiere evitar una fusión.
Por supuesto, la cirugía endoscópica es una gran alternativa, ya que el tamaño de la incisión es menor; se pierde menos sangre; los músculos resultan menos dañados, y la recuperación es más rápida.
Referencias: Spine Universe
Medical News Today
Columbia University