El dolor de espalda que simplemente no se va es uno de los más comunes en lo que respecta a los crónicos. Si lo padeces, entonces seguramente has pensando en una operación. Si bien se trata de una decisión que se debe tomar en conjunto con el neurocirujano, hay ciertas cosas que debes considerar sobre la cirugía de columna.
Inyecciones epidurales espinales, terapia física, aplicación de compresas frías o calientes y medicamentos como el ibuprofeno pueden aliviar el dolor. Aunado a ello, el ejercicio evita que regrese. El especialista te recomendará una cirugía de columna solo cuando todas las opciones ya hayan sido agotadas. Las siguientes son algunas señales de que es momento de que consideres una intervención quirúrgica:
El dolor y las funciones reducidas a causa de los problemas vertebrales pueden afectar considerablemente tu vida. Si esta ya no tiene calidad, entonces es momento de agendar una consulta con el neurocirujano.
Algunos padecimientos empeoran con el tiempo. Si este es el caso, entonces el médico debe monitorear tu condición de cerca. La consulta es el momento perfecto para discutir las posibles opciones, incluyendo la cirugía de columna. Así, si hay un cambio repentino en tu estado de salud, todos estarán listos para actuar. Lo más importante es que retomes el control de tu vida.
En la mayoría de los casos, la decisión de someterse a una cirugía de columna goza del tiempo suficiente para tomarla disponiendo de toda la información al alcance. Pero todo cambia cuando algún accidente provoca una lesión importante que debe atenderse enseguida; en ese caso, la operación es el recurso disponible para tratar de reparar el daño.
Cuando la terapia física, los medicamentos, los cambios en el estilo de vida y otro tipo de tratamientos no han dado resultado, el neurocirujano pondrá sobre la mesa la opción de un procedimiento quirúrgico. La buena noticia es que las cirugías de mínima invasión han dejado atrás bastantes de las complicaciones y riesgos que conllevaban una tradicional. Algunas de sus ventajas son:
El entumecimiento agudo y el dolor pueden ser indicativo de una situación de emergencia. Es de suma importancia que acudas con el médico si estos síntomas son anormales o han aumentado considerablemente. El entumecimiento en particular puede ser muy peligroso, ya que incrementa el riesgo de caídas y lesiones, y reduce la capacidad de realizar funciones motoras básicas. En este caso, podrías ser candidato a una cirugía de columna.
El entumecimiento y el hormigueo en las piernas son señales comunes de que algo anda mal. Los problemas de la columna que involucran daño, pinzamiento u obstrucción en los nervios pueden causar que el entumecimiento y el hormigueo sean crónicos.
Si experimentas cualquiera de los síntomas mencionados aquí, visita a un neurocirujano. No te autodiagnostiques, pues este especialista es el único con la experiencia necesaria para determinar cuáles son los pasos a seguir.
Referencias: The Robotic Spine Institute of Las Vegas
Mayo Clinic
WebMD
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