Las causas del dolor de espalda son variadas, pero una de ellas podría tener que ver con tu colchón. Si por las mañanas, tras levantarte, te sientes rígido y tienes dolor, tu cama podría ser la culpable.
Si el colchón es viejo o ya no te acomodas, quizá haya llegado el momento de cambiarlo. Aquí te decimos cuáles son las señales de que tu colchón es el causante de tu dolor de espalda.
Si, después de levantarte, te estiras y te das un buen baño con agua caliente, y el dolor desaparece, entonces también podría ser que el colchón es el causante de tu dolor de espalda. Pero si no se va, entonces se trata de un problema médico que debes atender a la brevedad.
El dolor de espalda por la mañana es una señal obvia de que tu colchón ya no está proporcionándote el tan importante descanso que necesitas por las noches. Si te vas a acostar sintiéndote bien, pero te levantas quejándote, el colchón podría estar contribuyendo a tu malestar.
A tu cuerpo le tomará algo de tiempo de ajustarse a una nueva superficie para dormir. Si sientes incomodidad inmediatamente después de haber cambiado el colchón, es muy probable que este sea la causa. Por ello, espera unas semanas; si persiste, agenda una consulta con tu médico.
Tu colchón podría ser el causante de que pases noches en vela. Que te estés moviendo constantemente y no encuentres una posición cómoda para dormir eventualmente podría causarte dolor de espalda, pues no estás descansando como se debe.
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Un colchón en mal estado impacta directamente en la manera en que te sientes al despertar. Si la fatiga es constante en tu día a día, y ya presentas algún malestar en la columna, no estaría mal que revisases nuevas opciones para dormir.
Un buen colchón es sinónimo de sueño de calidad. Si no te sientes bien descansado con el que tienes ahora, entonces debes cambiarlo.
Un colchón muy suave puede lastimar tu columna más pronto de lo que te imaginas. Por otro lado, uno muy duro puede generar presión en las articulaciones. Los expertos recomiendan uno que se encuentre en un punto y medio, y que además sea ortopédico, para combatir los problemas ya mencionados.
Conforme un colchón envejece, va perdiendo su forma. Por ello, se recomienda sustituirlo cada 7-8 años. Pero también debes considerar tus cambios —peso, hábitos de sueño, etc.— y buscar uno que se adapte a ellos.
Referencias: Sleep Natural
Casper
Siraguso Family Chiropractic
Duroflex
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