A raíz de la emergencia por COVID-19, muchos médicos y organizaciones abrieron la posibilidad de tratar personas a distancia. La telemedicina permite que el paciente y su médico puedan estar más conectados, lo cual beneficia a ambos en términos de salud y comodidad. El avance tecnológico ha propiciado esta modalidad; hoy en día los pacientes pueden acceder a una cita a través de una aplicación y solicitar una visita virtual con diversos especialistas del gremio, pero esa es solo una de sus ventajas. Aquí revisamos otras de la videoconsulta:
Comodidad y conveniencia
Una videoconsulta evita que un paciente en mal estado tenga que transportarse o conducir hasta el consultorio médico o la clínica más cercana, con todo lo que eso implica: pararse, caminar, manejar, cruzarse con otras personas y sentarse en una sala de espera.
Aunado a ello, un paciente pueda ver a su médico desde la comodidad de su propia casa. Las visitas virtuales se adaptan fácilmente a una agenda apretada, y es posible que el enfermo ni siquiera tenga que ausentarse del trabajo ni hacer arreglos para el cuidado de menores.
Ahorro de tiempo
En una videoconsulta, por lo general, los encuentros suelen durar entre 15 y 20 minutos, mientras que las visitas al consultorio en persona pueden durar hasta una hora. En la ajetreada sociedad actual, la cita más rápida es instantáneamente más atractiva, ya que a nadie le gusta esperar.
Una vez más, los médicos pueden brindar una atención mejor y más conveniente y ser más eficientes, y los pacientes no tienen que tomarse más tiempo de su día para ir y venir del médico.
Se puede tomar en cualquier lugar
Si el paciente no vive cerca del consultorio de su doctor, llegar a una cita no resulta sencillo. En cambio, con una videoconsulta, podrá hablar con su médico sin tener que salir de casa. Además, en un viaje de trabajo, esta opción a distancia podría ser la que salve la vida de una persona en un momento de emergencia.
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Reduce el estrés y la ansiedad
La videoconsulta también ayudar a reducir la ansiedad y el estrés de los pacientes. Dado que no están físicamente con el médico durante la revisión en línea, es posible que se sientan más cómodos compartiendo información sin temor a ser juzgados.
Esto significa que los pacientes tendrán como apoyo la impersonalidad de estar del otro lado de una pantalla. La timidez o la incomodidad que surgen cuando se discuten temas delicados se reduce.
También permite que los pacientes puedan ser más abiertos y honestos al explicar sus síntomas, por lo que los médicos podrán tratar con mayor precisión cualquier problema. Para las personas que sufren ansiedad social o se intimidan frente a un doctor, esta podría ser una gran opción.
Evaluación más completa
La videoconsulta brinda una ventaja para algunos médicos especializados, pues pueden observar a los pacientes en su entorno doméstico. Por ejemplo, los alergólogos tienen la posibilidad de identificar pistas sobre alergias al notar detalles en pantalla.
Los neurólogos y los fisioterapeutas pueden observar y evaluar la capacidad de un paciente para conducirse y cuidarse en su hogar. Al mismo tiempo, la telemedicina también es una buena manera de obtener asesoramiento y evaluación de salud mental.
Mejora la relación médico/paciente
Además de que los médicos continúan viendo a unos pacientes en persona, les ofrecen la flexibilidad y la comodidad que brindan las citas virtuales a otros.