Es sumamente común sufrir de dolor de espalda durante el embarazo, sobre todo en los primeros meses.
En esta etapa, el cuerpo produce una hormona llamada relaxina, que hace que los ligamentos de tu cuerpo se vuelvan más suaves y se estiren para prepararse para el parto. Esto genera tensión en las articulaciones de tu espalda baja y la pelvis, lo que causa dolor.
Conforme el bebé va creciendo, la presión en tu columna y el área pélvica irá en aumento —una mujer gana entre 11 y 15 kg durante el embarazo—. Aunado a ello, el centro de gravedad cambia con la expansión del útero, generando estrés adicional en tu columna. Por eso, para lidiar con el dolor de espalda durante el embarazo, enlistamos una serie de prácticas recomendaciones.
Haciendo ejercicio
El ejercicio regular fortalece los músculos y mejora la flexibilidad, aliviando presión sobre la columna. Los ejercicios más seguros que puedes hacer durante el embarazo son natación, spinning y caminar. Además, un médico te puede recomendar rutinas para fortalecer la espalda y el abdomen.
Tomando masajes
Los masajes prenatales justamente existen por esta razón. Lo más recomendable es acudir con un profesional con experiencia tratando embarazadas, pues sus métodos están diseñados para atacar las zonas problemáticas, además de que cuenta con equipos especiales para acomodar tu vientre con toda comodidad.
Durmiendo de lado
Adopta esta posición con al menos una rodilla doblada. Las almohadas para embarazadas también son muy convenientes, pues te darán mayor comodidad a la hora de dormir. Si no tienes una, simplemente acomoda una ordinaria entre tus rodillas y una más debajo de tu vientre.
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Mejorando la postura
Esto es elemental: debes sentarte y pararte derecha todo el tiempo. Evita también quedarte sentada o parada por largos periodos. Si no hay alternativa, descansa un pie en un banco para aliviar presión sobre tu columna.
Evitando los tacones
Si quieres usarlos, que sean bajos, y que tengan buen soporte para el arco. También es recomendable que uses plantillas para ayudar a reducir el dolor de espalda.
Utilizando soporte
Para un mayor soporte abdominal y lumbar, usa una faja maternal. Si vas a estar sentada, cerciórate de que la silla tenga el soporte adecuado; si no lo tiene, coloca una almohada pequeña detrás de tu espalda baja.
Aplicando compresas
Comienza colocando, por ejemplo, una bolsa con vegetales congelados en el área de la molestia durante 20 minutos varias veces al día. Unos dos o tres días después cambiar a calor —puedes utilizar un calcetín con arroz, el cual es fácil de calentar en un microondas—. Solo asegúrate de no aplicar calor en el abdomen.
Referencias: WebMD
Cleveland Clinic
NHS
KidsHealth
Scripps Health